sábado, 26 de marzo de 2022

Los Guerreros Ninjas (Capítulo 7)

 Y un día...me compré una tableta para dibujar...

😮


Y es así como una era llega a su fin.

Una era de decadencia y de vergüenza que acaba. Que acaba para dar comienzo a otra nueva era de decadencia y de vergüenza.

Se acabaron esos días en donde todo era dibujar en papel, remarcar líneas con microfibras y bolígrafos, pintar con lápices, escanear la hoja por partes, y después corregir incontables desprolijidades con softwares de edición de imágenes (es sorprendente la capacidad que tiene un escaner de ilustrarte lo sucio que puede estar el cristal donde se apoya el papel).

Se acabó, gente...se acabó. It's over, people...it's over.

Por fin ha cesado el fuego en la batalla entre lo moderno y lo primitivo. La tecnología se ha proclamado vencedora del conflicto, y así su silueta se incorpora de entre los escombros. Triunfante. Victoriosa. 

¡Temed, impíos! ¡Y arrodíllense ante la llegada del futuro!

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Ese futuro en donde:

corte la luz = no puedo hacer nada de nada

Antes siempre podía contar con una hoja de papel y un lápiz, pasara lo que pasara. Se prendía una vela en todo caso y la remaba bárbaro; así al menos adelantaba algo. Ahora es un "jodete" grande como el ego de Vladimir Putin.

Dios, qué bien se siente avanzar en materia de tecnología...💪

Y junto con la era de los emoticones de Whatsapp también empiezan los problemas con el software de dibujo (el cual no sé por qué crashea pasado cierto tiempo y me obliga a guardar el trabajo, cerrar el programa y volver a abrir todo). También comienza el periodo de la presión de cuidar el artilugio nuevo como si fuera un horrocrux que contiene parte de mi alma, junto con la época de la incomodidad de tener la mirada lejos del punto en el que se mueve la mano. 

Ah, quizás deba aclarar eso para los que no conozcan bien cómo trabajan algunas de estas tecnologías. En el caso de la tableta que compre sí o sí hay que mirar la pantalla del monitor mientras se dibuja. Porque claramente esa es la forma ideal de dibujar, ¿no? Con la mirada puesta en cualquier lado en lugar de la superficie donde hacés los trazos con la mano.

Y que conste que lo anteriormente dicho es sarcasmo; lo aclaro porque al parecer hay personas que creen lo contrario. Me ha llegado algún que otro mail de gente que me pregunta: "vos dibujás con los ojos cerrados o mirándote el culo, ¿no es cierto?". No, y de hecho le desaconsejo al autor de ese mensaje que siga esa metodología (a no ser que dibujes culos y estés buscando hacer un retrato de tu cara, paparulo).

Pero ey, lo cierto es que me divierto muchísimo usando este chiche nuevo, por lo que se puede decir que la compra fue un acierto y que fue una sabia decisión el haber desempolvado mi billetera, haberla fumigado un par de veces para así aniquilar a todo el ecosistema larvario que venía criando, y haber reunido el monto necesario para afrontar un gasto como este. 

Gracias a dios me pude valer de mi agilidad mental y mis rápidos reflejos en materia de economía para hacerlo antes de que el dólar se disparase en Argentina por millonésima vez en los últimos dos días. Por ello no fue necesario prostituirme o vender un órgano para sustentar el costo. Y no, no fue porque me hayan ofrecido poco por alguna de las cosas ya nombradas. No fue por eso...pero ellos se lo pierden.

En cuanto al uso de la tableta, si bien al principio no fue fácil acostumbrarse la verdad es que con esto se me abren las puertas a la hora de lograr cosas que antes representaban tareas titánicas (como trazar una línea recta, lograr que los diálogos sean legibles, pintar dentro de la línea, o agarrar el lápiz del lado correcto).

De todas maneras no se alarmen por el cambio porque mi estilo de dibujo se mantiene indemne. Ya saben lo que dicen: "aunque la mona se vista de seda seguiría llamándose María Eugenia Vidal".

No obstante, es cierto que la cantidad de herramientas digitales que tengo ahora a mi disposición me permiten atender más a ciertas cuestiones tales como los fondos, la paleta de colores, la perspectiva, los puntos de fuga, las luces y las sombras, los claros y oscuros, y podría seguir nombrando otras palabras al azar para seguir intentando aparentar que tengo alguna remota idea de lo que estoy hablando.

Ojo, la tengo, eh. Por poner un ejemplo, sé que "puntos de fuga" no son los lugares que un preso tendría en cuenta a la hora de escapar de prisión. Estoy seguro de que no es eso...en un 70%. Quiero decir, tengo algunos motivos para dudar; me ha llegado algún que otro mail de gente que me pregunta: "¿vas a tener en cuenta algún punto de fuga, delincuente?"


Pero qué se yo. Estoy contento y conforme por haberme dado este gustito. Cada tanto saco la tableta solo para verla, contemplarla, admirarla. A veces le canto, la saco a pasear en bicicleta, tomamos mate, vemos una película, vamos al parque tomados de las manos, y dormimos juntos. No es que esté pensando en hacerle nada raro...pero ella se lo pierde.

Lo que no termino de entender bien es para qué carajo están algunos de los botones que tiene, entre ellos el de encendido. Ni bien la enchufo la computadora la detecta y funciona sin importar en qué posición esté ese botón. O es un adorno o esta tecnología está aprendiendo de Alexa y ya hace lo que quiere.

Por momentos escupe algún que otro problemilla a la hora de leer bien la posición del lápiz o la cantidad de presión que se ejerce, y tengo que apagar y prenderla (más bien enchufarla y desenchufarla). Pero nada que moleste demasiado. Lo que más me preocupa es cómo me las voy a arreglar para cambiarle la punta al lápiz cuando alguna se gaste. Trae muchas de repuesto, pero no tengo ni la más pálida idea de cómo verga se sacan, y tampoco me quiero arriesgar a romperme un diente. 

Y otra cosa interesante es que al lápiz lo puedo usar como mouse (porque a fin de cuentas no deja de ser casi como un ratón inalámbrico). Esto al parecer puso un poco celoso al mouse que ya tenía y tuvieron un pequeño encontronazo. Este trató de estrangular al lápiz con el cable, pero gracias a que el teclado intervino la situación no pasó a mayores. Después de eso el mouse, el teclado y la antena de Wifi se fueron de parranda por ahí y llegaron a las 7:40 de la mañana. Esa debe ser la razón de que el internet me esté andando como el ojete hace rato.

Pero eso, queridos amigos, será tema para otra entrada en el blog. 

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Damos comienzo a esta nueva era con el séptimo capítulo de los Guerreros Ninjas. Como siempre les dejo los capítulos anteriores:

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Ahora sí ¡Redoble de tambores!

¡Suficiente! Ahora fanfarrias.


Muy bien. Ahora, otro redoble.


Y ahora, silencio expectante.


¡Perfecto!

Sin más preámbulos, con ustedes el Capítulo número 7:





















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No olviden que me pueden seguir o contactar por medio deeeeeee...ah, no, pará, lo tienen en la imagen de arriba. Qué hinchapelotas.


Cambiando de tema, quisiera poder decirles que la tableta me agiliza y facilita mucho la tarea de seguir confeccionando esta clase de contenidos y que esto podría provocar que actualice el blog más de seguido...¡pero nada que veeeeeeer 😭! 

No sé si tardo más, pero definitivamente no tardo menos. Y el año que me espera se viene bravo, ya que he sumado horas de trabajo en otras actividades (chocolate por la noticia, pero yo no me dedico a esto ni gano plata así...no me da la cara para tanto).

Así que bueno, el desafío de poder publicar contenidos en el blog de manera más periódica puede que esta vez sea mayor. Sin embargo, les prometo que me esforzaré para no dejarme estar durante mucho tiempo. Confíen en mi.

Después de todo, ¿cuándo les he fallado?

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¡Exacto! Nos vemos en unos seis meses, con suerte.

Besitos en las nalgas.
😘🍑